Cuando hay crisis toca moverse para adaptarse al medio. Además, el futuro es más incierto que nunca. Los sueldos se han estancado o incluso bajado. Hay tensiones entre los trabajadores y mucha desmotivación. Sigue habiendo puestos de trabajo difíciles de cubrir.
Hay una necesidad de desvincular los incrementos salariales del IPC. Se relacionarán con la productividad y con el valor aportado a la empresa. Los retos son: contener coste salarial, crear nuevas estructuras salariales, aumentar el valor percibido a menor coste, poner foco en los objetivos de la empresa y atraer o retener el talento.
Las tendencias en retribución actuales son: crear paquetes flexibles y segmentados; individualizar los paquetes todo lo posible; diseñar retribuciones adaptadas a la realidad de la empresa, que sean diferenciadoras “per se” y que alcancen a otros niveles organizativos distintos de los tradicionales (dirección y ventas). El salario flexible llega para quedarse (elección entre dinero o beneficio social). El pago mediante beneficios sociales es una realidad.
Motivar creando marca, aumentando la cercanía al trabajador, generando confianza y gestionando con total transparencia. Hay que generar mayor comunicación individual, acercarse a la persona y encontrar las motivaciones que le mueven a trabajar. La escala de Maslow puede ser un referente de inicio, aunque prima la innovación sobre cualquier otra técnica debido a la limitación coste.
Es obligatoria la implicación de la dirección y los mandos medios. Resulta más fácil, por cercanía, ponerse en marcha en una pyme que en una gran empresa. En el coloquio posterior, se habló de cómo afectan los convenios laborales a este tipo de retribuciones. Se insta a poner en marcha estos sistemas lo antes posible porque su éxito ya ha sido probado con independencia de la existencia o no de convenio.
Respecto al mundo de los vendedores, también trajeron noticias: menos fijo, variable adaptado a las necesidades de la empresa (cobros, prospección, etc), salarios flexibles, más trabajo en equipo y más compromiso con la empresa. No se descartan los incentivos diferidos tal y como se van a aplicar en el sector financiero.
En tiempos de crisis es importante adaptarse de tal forma que es importante planificar y desarrollar unas políticas de precios y servicios acorde a las circunstancias, por ese motivo es importante es competitivo y marcar la diferencia con un buen servicio o producto.
La deslocalización a núcleos de producción mas baratos es un hecho que lleva muchos años haciéndose por eso la única forma de competir en mercados cada vez más difíciles es con la innovación de todo aquello que no este en el mercado o incluso mejorando lo que ya este presente.
Va a ser interesante como los diferentes plataformas online de venta y compra de servicios o productos es un reflejo o termómetro de la situación actual de los mercados internacionales donde prima más el conocimiento.