Iniciarse en el mundo de las inversiones puede ser muy sencillo si se recurre a un profesional, sin embargo las altas comisiones hacen que muchos inversionistas decidan gestionar su cartera de inversión por ellos mismos, tarea que si se afronta con las herramientas adecuadas no resulta tan complicada.
Comprar un fondo de inversión no es una de las tareas más sencillas, sin embargo no es excesivamente complicado para un principiante. Para dar el primer paso en las inversiones en cartera muchas veces conviene solicitar ayuda a un profesional, de hecho existen personas que se dedican exclusivamente a asesorar y a gestionar las carteras de inversión de sus clientes, por supuesto a cambio de una comisión.
Muchas personas prefieren que un profesional lleve y dirija sus inversiones por cuestiones de falta de tiempo, ganas o por carecer del conocimiento necesario para invertir con éxito. Los servicios de un gestor se suelen retribuir con un pago de un porcentaje sobre la inversión, o el patrimonio en cuestión.
Las numerosas ventajas de trabajar sus inversiones de esta forma hace que muchas personas se decanten por esta opción pues esta persona prácticamente se encarga de todo, desde tomar decisiones de inversión, comprar y vender participaciones, dar seguimiento a sus fondos, hasta crear y seguir un plan de inversión para el futuro. A pesar de las numerosas ventajas, conocer los inconvenientes es básico pues no deja de formar parte del conjunto, además de las altas comisiones por gestión, es importante tener en cuenta que es preciso encontrar a una persona de confianza, que a la vez sea eficaz y honesto, pues poner una importante suma de dinero en las manos de un desconocido no es un riesgo que vale la pena correr.
Adicionalmente muchos clientes esperan que sus gestores sean capaces de enseñarles no solo lo que hace con su patrimonio, sino también sus estrategias personales y el porqué de sus decisiones, en definitiva es una persona que tiene que ser capaz de comunicarle abiertamente todo lo que hace.
Si piensa que las desventajas son más numerosas y que recurrir a un profesional puede resultar costoso y arriesgado, recuerde que existe la posibilidad de que usted mismo gestione su cartera de inversión. Primeramente debe orientarse, obtener información verídica acerca de la rentabilidad de una empresa y elegir qué fondos quiere comprar. En muchas ocasiones comprar un fondo de inversión puede hacerse directamente en un Banco, otras veces en las entidades depositarias del fondo o bien mediante cheques nominativos a favor del fondo.
Otra posibilidad de compra es el llamado “supermercado de fondos” en donde a través de Internet o por vía telefónica los interesados pueden consultar una gran cantidad de fondos de inversión y suscribirlos, al mismo tiempo que reciben información de estos. La gran ventaja de este sistema es que el inversor puede elegir entre varias gestoras diferentes sin que esto suponga un coste extra, no obstante dentro de esta ventaja se esconde un inconveniente que es que dentro de este gran abanico de ofertas, el interesado se pierda ante la amplitud de la oferta y no sepa qué fondo elegir o se deje llevar por la aparente rentabilidad de estos.